"Y envió Samuel a todo el pueblo cada uno a su casa. Saúl también se fue a su casa en Gabaa, y fueron con él los hombres de guerra cuyos corazones Dios había tocado" 1 Samuel 10.26
¿De qué manera es que Dios se digna a tocar a un ser humano? Si nos ponemos a pensar en ello, debemos decir que es algo completamente extraordinario.
El humano es una minúscula, infinitesimal partícula de polvo en el vasto Universo creado por Dios.
Ese Dios que hizo la estrellas Pleyades y el Orión (Amos 5:8) y las saca a pasear por el vasto cielo, como si tu sacaras a tu perro chihuahueño mascota (Job 38:32). Si, estrellas miles de veces más grandes que nuestro Sol.
¿Alguna vez has dejado caer una gota en una cubeta? ¿O has intentado echar tantito polvo de tierra sobre una báscula de mercado, para darte cuenta que son muy ligeras para pesarlas? Bueno, así ve Dios a las naciones de toda la tierra (Isaías 40:15)
¿Cómo es que un electrón es tocado por el inmenso Oceano Pacífico?
¿O de qué manera puede tocar el poderoso planeta Júpiter una molécula de agua?
El Dios de la Biblia es descrito como Inmenso (ya lo vimos), Omnipotente (nada puede detenerlo), y es Infinitamente bueno, Infinitamente justo, Infinitamente bondadoso, Infinitamente amoroso.
Ese Dios tuvo el deseo de tocar los corazones de estos guerreros, los cuales no volvieron a ser iguales.
Yo no se como un ser tan inmensamente vasto, extenso e incomprensible pueda tocarme.
Pero quiero y deseo su toque.
Necesito su toque:
- Para vencer esos pecados que lo contradicen, van contra su naturaleza y lo motivaron a crucificar a su Hijo Jesucristo para pagar la condenación de mis pecados.
- Para reflejar a Cristo a mi familia
- Para que mis vecinos vean que ese Dios inmenso puede transformar vidas, si lo buscan para que toque también sus corazones.
- Para que cualquier persona que me conozca, sepa que soy distinto, en el mejor de los sentidos y se pregunte, ¿porqué es distinto? y la respuesta única sea.... porque Dios lo tocó.
- Para decirle a la gente que la única manera en que Dios toca los corazones de las personas... es a través de una relación verdadera y única con Jesucristo.
Deseo el toque de Dios en mi vida.
¿Y tú?
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