¿Porqué hoy cada vez hay menos padres? ¿Porqué hay cada vez menos niños?
¿Porqué está bajando la tasa de natalidad en nuestro país?
Definitivamente no hay una respuesta única para cada una de estas preguntas, no es bueno generalizar la respuesta. Cada persona, cada pareja y cada familia tiene su propia forma de pensar, y sus razones para tener o no tener hijos, y cuantos.
En los momentos que puedo, trato de reflexionar sobre mis experiencias como padre reciente. Mis hijos aún son pequeños, todos de 5 años o menos. Cuando hablo con padres cuyos hijos son jóvenes o adultos, siempre me recuerdan que son etapas, y cada etapa se construye sobre al anterior. Así que, es bueno trabajar en la etapa de hoy y prepararse para lo que venga mañana.
Cuando pienso en la familia, pienso en el Salmo 127. En los primeros 2 versículos, se nos recuerda que, aunque hagamos, trabajemos y nos afanemos, quien finalmente bendice nuestros esfuerzos para obtener resultados, es Dios. Por eso, primero debemos confiar en El y luego trabajar.
La segunda parte del Salmo 127, habla que los hijos son herencia de Dios. Son una bendición. Sinceramente, ha sido dificil para mi pensar en mis hijos como una bendición, cuando he sufrido desvelos, cansancio, sacrificio, etc. He considerado algunas ideas al respecto:
¿Porqué está bajando la tasa de natalidad en nuestro país?
Definitivamente no hay una respuesta única para cada una de estas preguntas, no es bueno generalizar la respuesta. Cada persona, cada pareja y cada familia tiene su propia forma de pensar, y sus razones para tener o no tener hijos, y cuantos.
En los momentos que puedo, trato de reflexionar sobre mis experiencias como padre reciente. Mis hijos aún son pequeños, todos de 5 años o menos. Cuando hablo con padres cuyos hijos son jóvenes o adultos, siempre me recuerdan que son etapas, y cada etapa se construye sobre al anterior. Así que, es bueno trabajar en la etapa de hoy y prepararse para lo que venga mañana.
Cuando pienso en la familia, pienso en el Salmo 127. En los primeros 2 versículos, se nos recuerda que, aunque hagamos, trabajemos y nos afanemos, quien finalmente bendice nuestros esfuerzos para obtener resultados, es Dios. Por eso, primero debemos confiar en El y luego trabajar.
La segunda parte del Salmo 127, habla que los hijos son herencia de Dios. Son una bendición. Sinceramente, ha sido dificil para mi pensar en mis hijos como una bendición, cuando he sufrido desvelos, cansancio, sacrificio, etc. He considerado algunas ideas al respecto:
- Mi visión es corta, la de Dios es amplia. Yo solo veo lo que hoy vivo, y lo que me ha sucedido en el pasado. Pero Dios sabe mucho mejor que yo lo que es el ser padre, y me recuerda que el ser padre, es como labrar un campo. Al principio es duro y dificil preparar la tierra, sembrar, labrar, regar, abonar, etc. El trabajo del campo es duro. Y después el campesino se sienta a esperar la lluvia (lo cual me vuelve a recordar los primeros 2 versículos del Salmo 127). Pero al final, cuando levanta cosecha, se siente satisfecho.
- Ser padres es dificil. Ahorita es el tiempo duro. Ahorita debo cavar, hacer surcos, aventar semilla, regar y abonar en la vida de mis hijos. ¿Alguna vez has intentado hacer un pozo? Verás que es muy dificil... ¿imaginate labrar todo un campo?
Esto es lo que toca hacer hoy con mis hijos. No hay otra manera. - En las dificultades, el caracter es construido. Puedo tener buenos deseos y propósitos, pero lo cierto es que el carácter es formado en los problemas, las dificultades, las épocas dificiles de la vida. Mi caracter esta siendo formado, y la verdad es que duele. Crecer como persona duele. Pero aún en esta etapa, el dolor, el cansancio y el sufrimiento tienen su propósito.
- La recompensa llegará en el futuro. Continuando con la analogía del campesino, ahorita estoy en la etapa dura, dificil, complicada. Pero si me quedo en donde estoy, solo voy a desesperarme. Debo ver al futuro, así como el campesino. Si soy fiel y sigo trabajando, confio que Dios bendecirá mis esfuerzos, y cosecharé hijos buenos, útiles a la Sociedad y temerosos de Dios,
Cuando pienso que ser padre es dificil, a veces dan ganas de dar marcha atrás. Tal vez haya otras personas allá afuera que no quieren ser padres, porque no quieren recorrer ese camino tan dificil. Si tu eres una persona así, te invito a pensar y reflexionar, que la recompensa al final del camino, valdrá la pena. Dios así lo ha prometido.
Aún soy temprano peregrino en este camino de ser padres. Aún me falta mucho por aprender. El camino que falta será largo, complicado y laborioso. Pero pretendo recorrer esa vereda lo mejor posible. Aprovecharla. Porque se que si la aprovecho, será para beneficio mio y de mis hijos.
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