Estos días, por varias cuestiones, he disfrutado la oportunidad de viajar por transporte público (camión y metro) por la zona metropolitana de Monterrey. Definitivamente, deberíamos procurar, en la medida de lo posible, utilizar el transporte público para mejorar las condiciones de nuestras ciudades.
Una de las situaciones que más me da tristeza, es que se ha perdido la caballerosidad en el transporte público. Me ha tocado ver:
Una vez me dio mucho coraje, que cedí el asiento a una señora, solo para que un tipo mal encarado tomara el asiento a fuerza. No se veía bien esta persona, por lo que solo le di mi peor mirada y devolví la vista a la señora con cara de "usted disculpe...".
Por eso me pregunto, ¿dónde quedó la caballerosidad en Monterrey? ¿Será esto solo una situación de los regiomontanos, o será ya una condición de los mexicanos?
¿En qué momento perdimos las buenas costumbres? ¿En qué falló la educación familiar, donde tenemos empatía hacia los demás? ¿Dónde quedó nuestra preocupación hacia las personas más debiles (mujeres, niños, ancianos, embarazadas,personas con bebés y niños, etc.)
¿Tan egoístas somos?
¿Cómo queremos hacer bien a los demás, si no lo podemos hacer con un gesto tan simple, como es el ceder el asiento a alguien que lo necesita más que yo?
El segundo mandamiento más grande es: "Amarás a tu projimo como a ti mismo" (Mateo 22:37-39).
Mayor verguenza por aquellos "hombres", que no son capaces de demostrar su hombría hacia aquellos más débiles. Esto es lo más común en el transporte público y lo que más me deja preguntándome:
Regiomontanos, ¿dónde quedó la caballerosidad?
Una de las situaciones que más me da tristeza, es que se ha perdido la caballerosidad en el transporte público. Me ha tocado ver:
- Hombres sentados mientras mujeres de cualquier edad van de pie (lo cual, tristemente, lo he visto siempre que voy por transporte público).
- Muchachas sentadas mientras ancianas van de pie a su lado.
- Señoras sentadas mientras un papá va batallando mientras carga a un bebé.
- Mujeres embarazadas mientras hombres y mujeres a su alrededor van sentados.
Una vez me dio mucho coraje, que cedí el asiento a una señora, solo para que un tipo mal encarado tomara el asiento a fuerza. No se veía bien esta persona, por lo que solo le di mi peor mirada y devolví la vista a la señora con cara de "usted disculpe...".
Por eso me pregunto, ¿dónde quedó la caballerosidad en Monterrey? ¿Será esto solo una situación de los regiomontanos, o será ya una condición de los mexicanos?
¿En qué momento perdimos las buenas costumbres? ¿En qué falló la educación familiar, donde tenemos empatía hacia los demás? ¿Dónde quedó nuestra preocupación hacia las personas más debiles (mujeres, niños, ancianos, embarazadas,personas con bebés y niños, etc.)
¿Tan egoístas somos?
¿Cómo queremos hacer bien a los demás, si no lo podemos hacer con un gesto tan simple, como es el ceder el asiento a alguien que lo necesita más que yo?
El segundo mandamiento más grande es: "Amarás a tu projimo como a ti mismo" (Mateo 22:37-39).
Mayor verguenza por aquellos "hombres", que no son capaces de demostrar su hombría hacia aquellos más débiles. Esto es lo más común en el transporte público y lo que más me deja preguntándome:
Regiomontanos, ¿dónde quedó la caballerosidad?
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