(Algunas) causas de la impaciencia

Todos hemos tenido problemas con la impaciencia. Puede ser en distintos grados, pero siempre pasa que queremos las cosas, las personas y las situaciones en el tiempo, forma, lugar y modo que nosotros queremos.

Quisiéramos que todo fuera como uno quiere. Y cuando no es así, lo manifestamos de una u otra forma (quejas, enojo, tristeza, intolerancia, burla, desprecio, etc.)

Al pensar en cuáles son las causas de la impaciencia en mi vida, pienso en estas 3:

• El orgullo: En otras palabras, quiero las cosas a mi manera. Todo se trata de mi. Quiero obtener algo a mi manera y a mi tiempo. Si uno lo piensa, te pones en primer lugar y cuando las cosas no salen como quieres, se muestra la impaciencia.
  
  Como quiero llegar temprano a mi trabajo, me impaciento porque no cambia el semáforo, quiero que sea a mi manera  y a mi tiempo.

• No amar a otros: Derivado del anterior, pienso que debemos considerar a los demás antes que a ti mismo. Esa es la base del amor. El amor no pide nada a cambio (1 Corintios 13:4-5). Parte de la madurez es pensar en los otros antes que en tí. Tratar de ponerse en sus zapatos.
  
  ¿He pensado en lo que pasa en la cabeza de la persona que se me atraviesa en el tráfico?
  Tal vez tiene una urgencia, una preocupación, tuvo un día difícil.
  
  ¿Porqué no se cortés, aún con los que no te tratan bien?

• No confiar en el control soberano de Dios. Dios tiene el control de todas las cosas. El sabe lo que pasa y lo que sucede en cada lugar y tiempo de esta tierra. ¿Porqué no puedo confiar, en que El sabe porqué me pasa esto?
  
  No siempre pienso en esto. Pero la Biblia nos anima a confiar que, aún en lo más pequeño, Dios está en control.
  
  ¿Es mejor mi voluntad a la de Dios? ¿Que quiere Dios que aprende?
  ¿No puedo confiar en que Dios está permitiendo esto que está sucediendo? 

No creo que estas sean todas las causas. Pero si pienso que soy un pecador que necesita más de Jesucristo para superar su impaciencia.